lunes, 7 de noviembre de 2011

07.11.11

Allí estaba yo, sentado como uno de más de ellos, pero yo obligado y no como esas personas que estaban allí para ser servidores de Dios y transmitir la palabra de Él.
Me sentía ya sin fuerzas, sin ganas de tirar para adelante y con miedo y rencor de mirar para atrás. Lo único que necesitaba allí era de su compañía, de sus palabras, de sus besos… Lo demás no me importaba nada.

     -Moisés que te apetece hoy? (Le decía un hombre delgado y con el pelo alborotado)
     -Ponme un refresco de lo que quieras Jaime.
     En qué piensas Manuel?
    -En nada, estaba como queriendo desconectar de todo esto.
    -Dime chico, que te apetece tomar?
    -Una coca-cola por favor.

      -Moisés, cuéntame la leyenda. Estoy intrigado. De que trata? Esta chula?
     -Sí, esta chula, aunque no sé si será cierta del todo. Lo único que sé es que cuando vine me la contaron con tanto entusiasmo que fue difícil no creérsela.
  -Entonces, a que esperas para contármela?

  -No sé si sabrás que detrás de esta montaña tan grande (mientras apuntaba con el dedo por la ventana hacia ella) se esconde un convento de monjas de clausura. 
Pues un día, según cuentan, el chofer del convento no pudo ir a recoger todos los pasteles y tartas que hacen ellas, por lo que un chico joven de este mismo seminario fue a recogerlos y llevarlos a su destino. Y justo cuando la joven novicia bajó a entregarle aquellas delicias para el paladar el se enamoro, y ella no pudo evitar enamorarse de ese joven chico tan esbelto y perfecto como era el.

Pasaron los días, las semanas e incluso los meses y él seguía recogiendo los pasteles y haciendo el mismo recorrido que ese día hizo para verla día tras día, aunque tan solo fueran unos segundos. A él solo le bastaban esos pequeños instantes para darse cuenta de que cada vez estaba más enamorado de ella.

Un día cuando él fue le pidió verse a escondidas, sin que nadie lo supiera. Ella al principio se negaba rotundamente, alegando que ella era novicia y no podía hacer eso, pero al final accedió, y decidieron que el iría a buscarla y se irían hacia la montaña, donde nadie los viera. Pero algo fallo. 

Cuando él fue a buscarla la madre superiora los vio, pero ya fue muy tarde, ellos ya se habían ido.
Esa noche fue corta para ellos, ya que se demostraron todo el amor que se tenían y se dijeron todas las palabras bonitas que existían para jurarse amor eterno, pero en silencio por supuesto.

Al día siguiente cuando se levanto temprano la madre superiora la buscaba para hablar con ella, le dijo que eso no podía ser, que como se volvieran a ver la echaría de allí, y que a partir de ahora bajaría otra persona a llevarle la comida para que se la llevara el.

Ese mismo día el volvió por allí esperando que bajara ella, pero nunca bajo, y cuando ya estaba a punto de irse escucho un ruido. Era la puerta, por lo que se espero, pero, pero… en vez de ser ella era la otra chica. Él se quedo pensativo, pensando si ella no querría volverse a saber nada de él. Por lo que le pregunto a la chica novicia que bajo en su lugar, a lo que ella le contesto todo lo que había pasado.

Justamente cuando estaba subiéndose al coche, bajo corriendo y le dijo a aquella chica tan amable que le dijera a Sonia que esa misma noche se asomara por la ventana. Ella asintió y continúo para adelante.

Ya por la noche el se espero bajo su ventana esperando que ella se asomara, y cuando se asomo él le tiro una rosa aparentemente normal, pero en realidad no era así. Era una preciosa que entre pétalo y pétalo tenía un papel en su interior que decía de verse mañana por la mañana y escapar juntos dejando todo ese mundo atrás, y hacer una vida junta.

Al día siguiente allí estaba ella, aunque no lo pareciera. Vestía con ropa normal, con su melena rubia al aire y con sus azules turquesa más brillantes que nunca. Él rápidamente se quedo asombrado, sin poder casi articular ninguna palabra. Era un cambio radical, eso nadie lo dudaba.

Él le cogió la maleta y le hizo un gesto como de marcharse ya, pero ella sentía melancolía, tristeza al irse del convento de aquella forma, sin poder decir nada a nadie. Pero sabía que lo tenía que hacer sino quería perder a Marcos. 

Estaban ya a punto de marcharse cuando de repente escucharon un grito; “Sonia, no puedes irte con él”. Si, era la madre superiora, pero ella no hizo caso de nada ni de nadie. Solo quería huir, huir lo más lejos posible de todo.

Marcos arrancó el coche y ella aun seguía ahí, sentada en aquel pequeño coche azul sin poderle quitarle el ojo a ese convento que un día pensó que estaría allí para siempre, pues no tenia familia y allí se encontraba como en familia.

   (- Sonia, a donde quieres ir? ) Le preguntaba su querido Marcos.
  (-Quiero vivir allí, en esas montañas, sin ningún lujo, ni ninguna casa bonita. Yo solo quiero tener un pequeño sitio en donde estemos los dos juntos. Es lo único que necesito. ) Le dijo Sonia a Marcos.
  (-Entonces trato hecho, allí viviremos) Le contesto Marcos queriendo complacer a su amada.


     -Bonita historia no crees Manuel?
    -Realmente preciosa, para nada me la imaginaba así.
   -Ey chicos os apuntáis a un partidito? Dijo Nano.

martes, 9 de agosto de 2011

09.08.11


Me quedé intrigado, pensando que leyenda seria, de que trataría, y en conclusión  si seria cierta. Aun así recordaba esa historia que me contaban cuando yo era pequeño; Aquella historia del hombre de la playa. Era un hombre de unos 40 años, casado y sin hijos, el no le prestaba ninguna atención a ella, y lo único que hacía  era ir al mar a buscar caracolas.

Un día su mujer se acercó, le abrazo, y le besó. El extrañado de que su mujer fuera tan cariñosa con él, ya que él no le daba intenciones para que ella hiciera eso, se le quedo mirando raro, y le pregunto que le pasaba para que hiciera eso. Ella con cara triste, y queriendo aparentar que no le pasaba nada le dijo, mientras sostenía una caracola, que sentía que era su ultimo día en su vida. Él no le hizo caso alguno, y se volvió para coger unas redes. Al volverse se dio cuenta de que su mujer había muerto, y entre sus manos tenía una caracola.

 Él, con la conciencia no muy limpia se colgó esa misma caracola con un hilo al cuello para recordarla siempre, aunque ella no estuviera a su lado físicamente sí que estaría siempre en su mente y en su corazón.

Mientras tanto, pasaron los años, y él seguía allí, como cada mañana, buscando esas caracolas y recordándola a ella. Un día, según me contaron, el estaba allí sentado y noto que alguien se había sentado a su lado, se giró sigilosamente, con miedo, sin saber quién era ni que quería.

Era ella, su querida mujer, tan bella y preciosa como la recordaba. Sabía que eso no era cierto, él mismo la vio morir, y sabía que no podía estar allí a su lado. Por lo que cerró los ojos, y pidió con todas sus fuerzas que fuera lo que fuera eso, el volviera a su cruda realidad. Seguidamente abrió los ojos poco a poco, con inseguridad y miedo. Pero aun así, allí estaba ella, esta vez de pie, tocando con los dedos esa agua fría de invierno. Ella le hacía señales guiándolo para que se metiera con ella en el mar, él al principio no quiso hacerle caso, pero al final accedió y entro junto a ella. Su gran amor.

Según cuenta la leyenda un chico que paso por allí haciendo deporte vio a un cadáver en el mar, por lo que aviso a la policía. Cuando esta se acercó hasta allí pudo reconocer no un cadáver, sino dos. Una mujer vestida de blanco y aun hombre vestido de negro. Lo más raro de esto es que no solo apareció ella junto a él, sino que a sus espaldas tenían cortes que ponían lo siguiente: “La muerte no es el final” y “El amor no acaba nunca”…

-Manuel, te apetece tomarte algo?
-Si por favor. Tengo ganas de algo frio.
-Que tal la clase? Que te ha parecido?
-Pues bien, pero siento que no debería de estar aquí.
-Tranquilo, aquí todos cuando entramos tenemos esa sensación, pero pasadas unas semanas se nos pasa.
-Sabes que… Me he quedado intrigado con esa leyenda, la que a dicho Don Augusto. De que va?
-Quieres que te la cuente ahora, o más tarde en la habitación?

viernes, 8 de julio de 2011

08.07.11

Eran casi las 6 y 20, y yo ya estaba despierto, aunque, siendo sincero no había podido dormir en toda la noche.

En lo único que pensaba era en ella, que podía hacer? Ya no podía hablar con Raquel por culpa de mi tío. Lo único que me quedaba era esperar, esperar a ella, esperar a alguna solución ante ello.

-Vamos despierta! Se nos hará tarde.
-Si… Ya me estaba levantando.
-Manuel, que pasó anoche? Escuche gritos de Don Emilio.
-Nada, entró en la habitación como un loco, diciendo que estaba haciendo ruido. Y el único que izo ruido fue él, que cuando se fue pegó un portazo.
-Eso si que lo escuché… y te castigo o algo?
-No, nada de eso. Solamente me quitó el móvil. Aquí no hay teléfonos?
-No. Los únicos que hay están en los despachos, pero esta complicado entrar.
-Joder! Pues necesito un teléfono! Y nadie de los que están aquí tienen móviles??
-No. Nosotros cuando tenemos que llamar a nuestros padres o familiares vamos a hablar con Emilio, y él nos deja el teléfono.

  Mientras caminábamos hacia mi 1º clase que era lengua, me encontré con mi tío por el camino. El caminaba hacia mí, y cuando pasó por mi lado sentí esa mirada fría, inquieta y escalofriante, que me echaba siempre cuando yo era más chiquito y hacia pequeñas travesuras.

Entré en aquella clase oscura, pálida e incluso fría, y sentí algo raro, me sentí como un intruso, como una persona que no debería de estar allí sentado. Como si ese no tuviera que ser mi destino.

Los minutos pasaban lentos, al contrario que los latidos de mi corazón que latían al compás de su nombre. Y me la recordaban segundo tras segundo, minuto tras minuto. Ni incluso la clase me hacia dejar de echarla de menos.

Todo me recordaba a ella.

-Bueno todos sabéis la leyenda de nuestro seminario, no? (-Decía el profesor Don Augusto) Moisés, tu encárgate de contársela a Manuel que el todavía no la conoce. Y pasado mañana quiero que me traigáis una redacción sobre ella.

   Estando ya en el pasillo…

-Moisés, y esa leyenda cual es?

viernes, 1 de julio de 2011

01.07.11

( En ese momento no me lo podía creer, iba a hablar con ella…)

-Manuel? Pensaba que ya no me llamarías!
-Es que he tenido cosas que hacer.
-No te preocupes. Lo importante es que me as llamado, creía que ya no querrías saber nada mas de mi…
-mm… Porque dices eso?
-No sé, digamos que tuve una premonición
-Pues esta vez te equivocaste querida Raquel!
-Jajaja
-Jajaja
-Bueno, pero dime qué te pasa?
-Uf! Querida Raquel… Estoy agobiado, mi familia me trajo al mismísimo infierno para poder deshacerse de mi.
-No digas eso! Sabes que no es cierto.
-Quizas no sea cierto, pero es lo que pienso.
-Y… (balbuceaba) cuando saldrás de allí…?
-Saldré solo en navidades, aunque puede ser que también en verano. No lo sé seguro…
-No me refiero a esas salidas, sino ya por fin!
-aaa, pues aquí tengo que estar hasta los 18, pero mis padres quieren que esté aquí para siempre.
-Que dices? En serio?? No puede ser…
-Por desgracia, si.
-Y no puedes salir cuando tengas 18?
-Poder si. Pero si me salgo mis padres no me apoyarían. Se sentirían avergonzados como varias veces me han dicho, y me quedaría en la calle. En la mismísima calle.

(Se pasaban las horas, y ya casi eran las 2 de la madrugada. Incluso Moisés hacia ya más de 3 horas que se había acostado a descansar, y yo aun seguía ahí, despierto, hablando con la chica de mis sueños, y sabiendo que a las 6 y media me tendría que despertar.)

  Aun seguía hablando cuando…
-Espera un momento.

(Toc,toc) De repente abren la puerta de golpe. Como si de un incendio se tratase.

-Que haces a estas horas todavía despierto? Con quien estás hablando??!!

Era mi tío Emilio enfadado con cara de mala leche, aunque en vez de parecer mi tío, en este caso parecía mi padre! Se enfadó tanto incluso más que si fuera él.

-Manuel, que está pasando? Sigues ahí ? ( Se escuchaba todavía desde el teléfono móvil en el cual Raquel aun seguía hablando, intentando que yo le contestara)

-Jovencito, dame eso. Te quedaste sin móvil!
-Que? Pero que coño dices? Es mio!
-Me da igual. Son casi las 2 y 10 y tu aun estabas haciendo ruido. Dámelo ya!
-Toma! Contento??!
-Ahora vete a dormir!

Cerró la puerta de un portazo, y casi hizo despertar a mi compañero de cuarto.

-Luego dice que soy yo el que hace ruido. Ostias! Y ahora que hago yo sin móvil? Como voy a hablar con Raquel?? Vaya mierda de todo!

lunes, 13 de junio de 2011

13.06.11

Es… es.. es… Su número!!

Ahora lo entiendo todo! Por eso me dijo que la llamara y yo me quedé con esa cara tan extraña de decir; “pero como ?”

No me lo podía creer…!  La chica de mis sueños, esa chica que un día el destino (bueno, mejor dicho mi padre) nos separó sin razón alguna, y que un día, exactamente el día que me iba, nos unió por algunos segundos. Segundos, que para mi fueron lo mejor de mi vida…

Me tiré a esa cama tan incómoda que ahora tenia y abrazé la almohada como si fuera ella. Me quedé quieto, y pensativo. Llevaba como unos segundos acostado y todavía no me lo podía creer. 

Era una gran sorpresa después de 2 años sin ella, como un sueño hecho casi realidad.

Muchas veces soñaba cosas, cosas como que un día la volvería a ver y seriamos esa pareja tan perfecta que siempre creía que íbamos a ser. Pero nunca hubiera imaginado que sería así, que me tendría que ir de mi pueblo y separarme para siempre de ella.

Pero, que estoy haciendo?? Estoy tonto o que???!! Voy a llamarla!!

-Toc, toc! Puedo pasar?
-Si pasa.
-Hola, encantado, soy Moisés. Soy tu compañero de habitación.
-Encantado. Soy Manuel.
-Siento si he llegado muy pronto, pero es que se me olvidó una cosa y necesitaba cogerla.
-No, para nada. Iba a llamar… pero lo puedo hacer más tarde.
-A bueno. Te han enseñado ya todo esto?
-Sí, mi tío me las enseñó antes. Pero la verdad es que no le presté mucha atención.
-Vienes obligado por tus padres, no?
-Sí…
-Yo también, la policía me pillo fumando yerba en el parque y me arrestaron. Cuando mis padres llegaron se avergonzaron de mí. Y, al mes ya me habían buscado este seminario.
-Que putada tío… Yo.. Yo iba a un centro público, pero mis padres decidieron traerme aquí, para ser mejor persona de lo que soy y que me tío me controlara mas. Digamos que tengo una familia muy complicada.
-Aquí casi todos venimos de familias así. Bueno, tengo que entregar un papel a Don Herminio te vienes y luego vamos a las canchas de baloncesto?
-Claro! Quiero desconectar un poco, que hoy he tenido un día muy largo.
-Entonces, vamos!

Mientras íbamos a clase de Don Herminio me iba encontrando a chavales de más o menos de mi edad. Algunos estudiando, otros hablando y otros tantos jugando al ajedrez.

-Es aquí. Entrego esto y nos vamos, vale?

Mientras estaba allí esperándolo, pensaba en lo que Moisés me había dicho. Que allí habían muchos chicos que estábamos allí por culpa de nuestros padres. Pero, estaba seguro, que ninguno tendría una familia tan exigente y fría como era la mía…

-Ya está! Ahora toca divertirnos!

Moisés era chico normal, ni delgado ni gordo. Moreno, ojos verdes y alto, muy alto. Por lo poco que lo estaba conociendo parecía un chico extrovertido y sincero. No le daba pudor contar nada. Cosa que me gustaba mucho de las personas. Por nada del mundo me gustaría encontrarme allí a una persona que criticara a los demás y que fuera mentirosa. No podría convivir con una persona hipócrita.

Cuando llegué a la cancha habían chicos de todas las edades, desde mi edad hasta de unos 30 años jugando en ella.

Al rato ya había conocido a varios chavales, uno de ellos se llamaba Israel Navarro, pero todo el mundo allí lo conocía como Navarro. Era un chico rebelde y lo metieron allí por haber robado en una tienda de móviles. Él tenía 13 años y llevaba allí unos 5 meses.

-Manuel , ven! Te quiero presentar a un amigo que es ya de la familia. Él es Nano!
-Hola! Encantado! Soy Nano!
-Igualmente! Soy Manuel!
-Si necesitas algo no dudes en pedírmelo! Vivo a 3 habitaciones al lado tuya. Es la numero 125.
-Gracias!
-Manuel, me voy a la habitación. Me quiero duchar. Adiós!
-Espera, me voy contigo! Adiós chicos!

 Estando ya en la habitación solo tenía recuerdos buenos. Recuerdos de unas personas maravillosas que había conocido hacia solo un rato y que ya me trataban como si me conocieran de siempre y de ella. Pero sobretodo de ella. De Raquel, esa chica que ya no salía de mi cabeza, de mi pensamiento. La echaba de menos. En esos momentos solo quería estar con ella y nadie más. Aunque solo fueran unos momentos…

Todavía se estaba duchando Moisés cuando decidí llamar a Raquel para hablar con ella.
Eran las 8 y media, y no esperé ni un segundo más para poder escuchar su voz tan dulce y fina.

-Si?
(Escuché su voz y no pude hablar por lo que esperé unos segundos antes de hablar para poder tragar saliva)

-Raquel, soy Manuel. Necesito hablar contigo…

miércoles, 1 de junio de 2011

01.06.11

Ya estaba cerca del seminario, y veía a mi padre contento, feliz. Como si le gustara que estuviera allí para librarse de mí por algún tiempo.

A cinco minutos de la entrada de Castellón estaba el seminario.  Estaba ya llegando. Era un lugar bonito, en las mismas montañas. Pero por muy bonito que fuera para mí era el mismísimo infierno. Un lugar donde no podría salir y hacer mi vida como la hacía en mi pueblo.

-Baja, ya hemos llegado. 
-Manuel, ven!
(Decía mi tío desde la puerta del seminario)

A cada paso que daba cargado con mis maletas me daba cuenta de que me vida iba muriendo poco a poco. Que mi vida allí no tendría sentido, y menos ahora, que acababa de encontrar al amor de mi vida y sin poder hacer nada la había perdido…

Mientras mi padre y mi tío hablaban yo me iba alejando del seminario queriendo ver las maravillosas vistas que tenía delante de mí. Desde allí podía ver toda la ciudad, incluso un convento de monjas  de clausura. La verdad es que no me podía quejar de las vistas.

-Manuel, regresa. Que tu padre se tiene que marchar ya.

Le doy la mano a mi padre simbolizando un adiós, ya que ni un abrazo podía darle. Porque eso para él entre hombres hechos y derechos era de “mariconadas”…

-Azle caso a tu tío, y no hagas nada  de lo que me tenga que arrepentir de tener un hijo como tú de rebelde.

Asentí con la cabeza, por no decirle de todo a mi padre. Se cree que todavía soy un niño pequeño o que hago muchísimas locuras en mi vida. Lo bueno de vivir aquí, es que me libraré de sus paranoias por un tiempo. Uf!

-Y tu Emilio, ante cualquiera cosa, por favor, no dudes en llamarme.
-Por su puesto Don Francisco.

Me despido de mi padre con un adiós de mano y con una cara de gilipollas que nadie se creería en mi lugar.

-Vamos, te enseñare las instalaciones.
-Que ilusión… (me decía yo mismo en voz baja con ironía)

Mientras me iba enseñando el patio donde habían seminaristas de todas las edades, (inclusiva de la mía) iba pensando en ella. En su dulce piel, en sus carnosos labios rojos y en sus largas piernas tan esbeltas como recordaba desde hace 2 años.

Era el final del trayecto, mi habitación. Era tal y como la pensaba. Con dos camas una a cada lado, y con una gran librería para guardar todos esos libros que a los seminaristas les gustaban  tanto leer.

Según me estaba contando mi tío, allí habían chavales hasta más chiquitos que yo. Y que también por decisión de sus padres o de ellos mismos sus padres los habían mandado para allí, para que pudieran estudiar lo que a ellos les gustaba, o a lo que les obligaban.

-Dentro de un rato vendrá tu compañero de habitación, se llama Moisés, trátalo bien. Ahora me tengo que marchar, tengo que hacer unas cuantas cosas más. Adiós sobrino.

Yo sabía que a mi tío le hacía mucha ilusión que yo estuviera allí, junto a él. En donde él contaba que todos eran una gran familia. Pero sabía que yo nunca sería de esa gran familia.
-Y ahora que hago yo aquí solo? Vaya aburrimiento! Ya acabo de venir y ya me estoy aburriendo joder!

-Creo que voy a deshacer mi maleta, por lo menos me “divertiré” con algo.
Mientras deshacía la maleta iba escuchando música alegre, así de fiesta y rap. Tenía que hacer algo para no pensar en ella, no?

Pero que es esto?? Que raro, no recuerdo haber puesto esto aquí…
No me lo puedo creer!!

martes, 10 de mayo de 2011

10.05.11

Me giro con cara de sensación extraña, con una sensación que hacía mucho tiempo que no sentía. Con todavía recuerdos en el alma…
No puede ser… Es ella!

-Raquel??? Que haces tu aquí..?
- Me entere de que te marchabas a Castellón y quería verte antes de que te fueras.
-Me alegro muchísimo de verte después de tanto tiempo. Pero quien te dijo que me iba?
- Eso no importa. Porque te vas de aquí…?
- La decisión no es mía, sino de mi familia. Y no tengo otra opción…
-Me gustaría que te quedaras…
- A mí también me gustaría quedarme (suspiro) pero no puedo.

(Claxon) – Manuel vamos! Se nos hace tarde! Despídete y súbete al coche por favor!

-Es mi padre Raquel, me tengo que ir, lo siento.
- Ya, que te vaya bien. Espero hablar contigo Manuel!
- Yo también! Te echaba mucho de menos!

Le doy 2 besos y…
-Manuel! Espera, tienes el bolsillo de la mochila abierta, te la cierro!
-Gracias Raquel! Tan observadora como siempre… jajaja

(Se escuha un grito)

-Manuel! No te lo repito 2 veces! Sube ya al coche! Llegaremos tarde! Y aun nos queda mucho camino por delante!

-Raquel me tengo que ir…
-Manuel, prométeme una cosa
-Dime.
-Prométeme que me llamaras…
-Pero no tengo tu número…

-Ya está bien jovencito! Al coche ya mismo! Te lo he repetido 2 veces y me estoy cansando!

-Adiós Raquel…
-Adiós Manuel…

Todavía iba con la vista echada para atrás mirándola. Era igual como la recordaba en mis sueños. Tan perfecta, tan elegante y tan preciosa. Con sus ojos azules turquesas tan brillantes como hacía 2 años y con sus labios carnosos pintados siempre de color rojo pasión.

Llevaba aun cinco minutos en el coche y ya la echaba de menos. Y no me quitaba de la cabeza porque hoy había venido a verme, hoy, justamente el día que me iba.
Por mucho que pensara en las canciones que iba escuchando durante el trayecto no me olvidaba de ella. Al contrario, parecía que hoy habían puesto esas canciones de amor especialmente para mí. Para recordarla más todavía…

Pero… Porque me dijo que le prometiera que la llamaría si no tengo su número de teléfono..?? Todo esto es muy raro…

miércoles, 4 de mayo de 2011

4.05.2011

Hace casi una semana que no he podido escribir, pues estuve todo el fin de semana haciéndome la maleta. La verdad es que se me hace duro duro irme fuera de mi pueblo. Abandonar a mis padres, a mis hermanas pequeñas… Abandonarla a ella. Llevo 2 años sin verla, y cada día se hace más duro pensar que un día así como así  la encontrare por la calle y volveremos a ser amigos. Es casi imposible. Pero no pierdo la esperanza.
Mañana me voy! No creáis que estoy decidido totalmente, sino obligado por ellos. El domingo pasado estuvieron aquí mis abuelos y me estuvieron diciendo lo orgullosos que estaban de mi. De que fuera a un colegio de curas, como mi tio Emilio.
 Han pasado algunos días y sigo sin comprender porque ellos están tan orgullosos de hacer una cosa que yo no quiero, que me  veo obligado a ir si o si.

Ya es viernes, no me lo creo. Como pasan los días de deprisa. Me acabo de despertar a gritos por culpa de mi padre. Son las 6:00 am y casi no me va a dar tiempo a nada! Dentro de un rato me tengo que ir para Castellón, allí me está esperando Emilio, para darme la bienvenida a mi nuevo hogar en el que estoy seguro pasare los 9 peores años de mi vida!

Siempre pensé que cuando me fuera de mi casa a otro hogar donde podría vivir sin mis padres seria la persona mas feliz del mundo. Pero nunca pensaría que mis propios padres me meterían en un seminario donde tendría que estar encerrado 9 años de mi triste vida!
Antes de irme, he quedado en un parque donde siempre me veo con mis amigos para despedirme, pues hasta dentro de unos meses hasta que no sean fiestas de navidades no volveré a mi querido pueblo.

Para mi ese sitio es muy especial, muy querido por todos. Lo llamamos nuestra Puerta Del Sol, porque por allí pasan muchas cosas, muchas personas y nos contamos muchas anécdotas de nuestra vida.

Ya me tengo que marchar, que desilusión, pensé que este dia nunca llegaría. Es la hora de las despedidas, de los lloros y de los besos. Mi madre y mis hermanas pequeñas se quedan en casa, a ellas no les gustan los viajes largos ni las despedidas tristes. Prefieren darme 2 besos en casa y pensar en otra cosa el resto del dia antes que acompañarme a Castellon y verme irme poco a poco. Y la verdad es que las entiendo, tiene que ser igual de duro que para mi verlas irse en el coche y no poder hacer nada. Solo resignarme a esperar… A esperar que pasen los malditos meses encerrado en una escuela para chicos.

Ya estamos llegando a nuestra Puerta Del sol particular, los veo a todos! Parecen tristes, es normal, 2 años juntos y ahora que les he empezado a coger cariño a los niños pijos me separan de ellos. Esto es casi subreal…

Me despido de todos con tristeza, con cariño, y con alguna lágrima que otra por mi cara. Pero, con la ilusión de hablar casi todos los días por teléfono con ellos! Porque ellos son mi vida, y no los quiero perder por nada del mundo!

Ya me tengo que ir ,y justo cuando abro la puerta del coche escucho una voz femenina, delicada y que me recuerda a algo…
-Manuel? Soy Raquel!

lunes, 25 de abril de 2011

25.4.11

Hola, me voy a presentar, soy Manuel, tengo 16 años y estudio cuarto de la Eso en un colegio privado. La razón...? Mis padres tienen mas o menos dinero. Hace 2 años que voy a este insti, y es solo para chicos, pues mis padres quieren dentro de una semana me deje el instituto para entrar a ser monaguillo en una residencia con curas. La verdad es que no me hace mucha ilusión, pero a mis padres y a mi tio Emilio (que también es cura si) les hace mucha, y por no llevarles la contraria tengo que entrar en el. Hace meses que me lo dijeron, pero hasta hace poco aun pensaba que era broma. Mi familia es un poco a lo echado para atrás. Mi madre se dedica solo a las tareas del hogar, y no puede salir de casa si no es acompañada de mi padre. Mis hermanas pequeñas van a un colegio de niñas, y mi padre les tiene prohibido hablar con chicos, porque según el eso seria faltarle el respeto a toda nuestra familia. Y a mis abuelos solo los vemos los domingos en las comidas familiares. Si, esto es lo que se llama una familia de tiempos de Franco!
La verdad es que no me equivoco al decir que tengo una familia como las de antes. Porque ahora cualquiera mujer puede salir a la calle sola, y no acompañada de su marido. O por ejemplo, hace 2 años todavía iba a un colegio publico, de niños y niñas. Un día la chica que me gustaba se me acerco, y me pregunto si me gustaba alguna niña. En ese momento le dije que si, que solo me gustaba una. Me puse muy colorado,la verdad. A la clase siguiente me mando una notita, en la que ponía que quería verme después de las clases en un parque cerca del colegio. Cuando toco el timbre salí corriendo como alma que lleva el diablo.
A los cinco minutos allí estaba ella, con su falda a cuadros como si te tratara de un colegio de uniforme, con sus labios carnosos y sus ojos azules turquesas. No podía entender como la chica que tanto me gustaba estaba allí, a punto de hablar conmigo cara a cara, de acercarse a mi y yo poder oler ese perfecto perfume de rosas. Nada mas acercarse escucho una voz familiar. Si era mi padre gritándome diciéndome que nos fuéramos! Pero,que hacia allí?? Nunca me iba a buscar...!! Y porque justamente me tenia que estropear ese momento con ella a solas?? 
Nunca lo entere... Estuvo 2 días sin hablarme, sin mirarme. Y lo único que me dijo fue que me olvidara de esa chica, que mañana mismo iba a ir a un colegio privado, que no entendía que educación daban en ese colegio publico! 
No lo entendí, ni aun lo entiendo. Pero que le voy a hacer, es mi padre y le tengo que hacer caso me gusten o no sus decisiones. 
Y justamente como el me había dicho al día siguiente entre a un colegio privado( en el cual estoy ahora), en un colegio de pijos asquerosos que solo saben decir osea, y que dan ganas de partirles la cara! 
Bueno,mañana os cuento mas. Que todavía me tengo que hacer la maleta!
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